Más ciudadanía y menos política. Octavo Congreso OPAM 2013

Para lograr la consolidación de una democracia tan joven como la nuestra, debemos recordar de dónde venimos, y solo así construir el camino para saber a dónde vamos.

En nuestra historia reciente recordamos fraudes electorales, represión, corrupción en todos sus niveles y en todos los sectores, crisis económicas, pobreza, marginación, desigualdad social, desempleo, tráfico de influencias, opacidad gubernamental, violaciones a derechos humanos, corporativismo, baja participación ciudadana, entre otros males políticos, sociales y económicos, la gran mayoría, sino es que todos, aún están vigentes y sin visos claros de poder ser superados.

Males que en gran medida son producto de un sistema político autoritario y restrictivo, en la cual son nulos o están ausentes los contrapesos en el poder. A pesar de que somos una república, cuya esencia está en que el poder del Estado no se esté en manos de una sola persona, en realidad construimos un modelo semejante al de una monarquía sexenal, cuyo poder ejecutivo no solo ejercía, sino prácticamente controlaba al poder legislativo y judicial, o al menos así ocurrió por cerca de 70 años. Por tal motivo y ante una cultura en que la clase política, vive del abuso del poder en detrimento de nuestra calidad de vida, vulnerando nuestros derechos como ciudadanía, es necesario poner límites al excesivo poder del Estado. Un sistema político que concentre y conceda poderes constitucionales y meta constitucionales en manos del poder ejecutivo, estará lejos del modelo republicano, y lo más preocupante, más lejos aún, de una democracia.

Importancia de los organismos públicos autónomos.

Actualmente los organismos autónomos, son pilares insustituibles de las democracias modernas, por su papel de generar equilibrios al poder político, y servir de interlocutores entre el gobierno y la sociedad. Sin duda el empoderamiento ciudadano a través de los organismos autónomos ha sido fundamental para fortalecer la democracia en nuestro país. Sin embargo, la crisis de confianza que impera en nuestra sociedad, se convierte en el principal obstáculo de la participación cívica en los espacios y asuntos que por derecho pueden hacerlo.

En este contexto, la visión progresista de impulsar la participación ciudadana en la toma de decisiones sigue siendo un reto para nuestro estado. Por ello, es prioritario fortalecer los organismos públicos autónomos que de cierto modo son espacios conformados por ciudadanos, para la defensa y protección de los derechos ciudadanos.

David Penchyna, dice NO a los organismos públicos autónomos.

Como un desacierto, y un grave error, es por lo menos un calificativo al que se hace merecedor el actual senador por Hidalgo, quien en su intervención en el último día del congreso, dijo que los organismos autónomos le están quitando poder al Estado, limitando al poder ejecutivo. Que era un error el surgimiento de los organismos autónomos. Palabras que fueron tomadas con mucho desagrado por quienes nos encontrábamos y acudimos al congreso, cuyo objetivo era promover y fomentar la participación ciudadana, en la cual durante las diferentes ponencias presentadas y mesas temáticas realizadas, se abordó precisamente la importancia que han tenido y tienen los Organismos Públicos Autónomos. Y todavía menciono que la culpa de que existan malos gobiernos es culpa de la ciudadanía. Justificación a la que recurre la mayoría de la clase política, para evadir sus responsabilidades de las condiciones sociales y económicas existentes.

Nuestro Senador debe saber que aunque sean los individuos los portadores, la cultura política, no es estrictamente individual. La cultura general se va construyendo a través de procesos de socialización familiar y escolar que arrancan desde la más temprana infancia. Que la cultura política depende en gran medida del régimen político en que se desarrolle. “Un régimen autoritario buscara infundir una cultura política subordinada (a quien considera tan solo como sus súbditos)”.

Principales conclusiones y aportes.

Hoy los Organismos Públicos Autónomos en México, son y serán fundamentales para la consolidación de la democracia. Queda claro que urgen mecanismos de interlocución en México, que vayan más allá de marcos normativos aun inexistentes o poco operativos.

Seguimos esperando de parte de nuestros legisladores, una ley de participación ciudadana, que sea operativa, así como la iniciativa popular, la revocación del mandato, consulta popular, referéndum, plebiscito, presupuestos participativos, todo de la mano, de la reducción del financiamiento público a los partidos y a los gobiernos de los tres niveles.

Bien por los organizadores e impulsores para que Hidalgo fuera sede del Octavo Congreso Nacional de Organismos Públicos Autónomos.

Nuestra democracia necesita, más ciudadanía y menos política.

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