En Hidalgo decimos NO al arraigo, SI a los Derechos Humanos

Un Estado que respeta y garantiza los derechos humanos, es aquel que no priva de su libertad, es aquel que no recurre al uso excesivo de la fuerza pública legitima.

Construir una mejor sociedad implica, la construcción de leyes, que fomenten el respeto a los derechos humanos. No podemos hablar de un Estado de derecho, cuando se violan sistemáticamente y legalmente, los derechos humanos. Para que una sociedad respete las leyes, el estado debe respetar los derechos humanos. Actualmente podemos decir que nuestro país tiene una deuda pendiente al no garantizar el Derecho a un debido proceso legal y la presunción de inocencia, al crear la figura del arraigo.

Si bien el arraigo surge en México en 1984 como parte del sistema penal en el Código de arraigo Procedimientos Penales para el Distrito Federal y las demás entidades federativas como un mecanismo para que los jueces retuvieran a personas que pudiesen declarar acerca de un delito; es en junio del 2008 cuando esta figura se instaura a nivel constitucional, en el marco de un gobierno federal que privilegio una guerra frontal contra la delincuencia, pero así mismo, se consideró incapaz de poder demostrar la culpabilidad de una persona.

Por ello vieron en la figura del arraigo, la oportunidad para conseguir información que no obtuvieron previamente a través de la investigación, privando de la libertad a las personas, violentando su derecho a un debido proceso, su derecho a un juicio justo, y sobre todo el derecho a la presunción de inocencia, recordemos que nadie es culpable, hasta que se demuestre lo contrario.

El arraigo no solamente es utilizado para mantener vigiladas a las personas cuando existe un riesgo fundado de que el sospechoso pueda escapar de la justicia, sino también para todos los casos en que haya sospechas de delincuencia organizada y cuando es necesario asegurar “el éxito de la investigación”, aunque este no se refleje en la reducción de la impunidad que actualmente es de un 98%.

Desde 2008, el arraigo, el cateo y la prisión preventiva automática se han vuelto las técnicas de investigación criminal más recurridas en México.

El arraigo en Hidalgo.

Actualmente la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Hidalgo (CDHEH) que preside Raúl Arroyo ha trabajado a bien, una iniciativa para que en nuestra entidad se elimine esta figura violatoria de los derechos humanos. Cabe mencionar que Chiapas y Oaxaca, ya lo hicieron y actualmente el Distrito Federal, también impulsa la eliminación esta figura.

Es momento de construir una sociedad libre de violencia y discriminación, es momento de construir un Estado que respete los derechos humanos.

De acuerdo a un estudio elaborado por la CDHEH y la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de Derechos Humanos, A.C. (CMDPDH), se demuestra que el arraigo no funciona en Hidalgo, no funciona en México.

Por ejemplo, conforme a los datos de la Procuraduría General de Justicia de Hidalgo, el uso del arraigo creció entre 2008 y 2012 un 613%, no así la reducción de la percepción de inseguridad.

Cabe mencionar como lo demuestra el estudio elaborado por la CDHEH y la CMDPDH, del total de los arraigos, solo el 19.8% recibe una sentencia condenatoria.

Es decir, con la figura del arraigo solo estamos propiciando y legalizando las condiciones para que una persona de manera impune, pueda ser sometida a tortura u otros tratos crueles, inhumanos o degradantes, por parte de la autoridad.

Recordemos que el objetivo del arraigo no es para declarar si una persona es inocente o culpable, el arraigo es utilizado para conseguir información, que las autoridades no obtuvieron previamente a su detención, privando a las personas de su libertad.

El estado debe garantizar nuestras libertades, no violarlas. Mientras exista la figura del arraigo, no podemos hablar de un estado de Derecho, ni de un Estado Democrático.

Es por ello, que a través de este espacio se hace un llamado al Congreso Local, a las Diputadas y Diputados, para que eliminen el arraigo, por ser una forma de detención arbitraria y violatoria a los derechos de libertad personal, legalidad, presunción de inocencia, las garantías del debido proceso y el derecho a un recurso efectivo.

“Sin Derechos Humanos no hay Democracia, Sin Democracia, no habrá Derechos Humanos”.

“No a las privaciones (i) legales a la libertad”

“NO al ARRAIGO, si al debido proceso legal, SI a la Presunción de Inocencia, SI a los Derechos Humanos”

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