Los resultados electorales del proceso electoral en Venezuela, son una clara muestra de la aun frágil democracia en América Latina. Una región marcada por Golpes de Estado, Dictaduras, Autoritarismos y hoy, por la búsqueda de una Democracia, que parece esconderse en cada proceso electoral.
Los resultados del proceso electoral de este domingo 14 de abril fueron: Nicolás Maduro (oficialista) ganó con 50.75% (7 millones 559 mil 349 votos) frente a 48.98% de Henrique Capriles (oposición) (7 millones 296 mil 876 votos), es decir tan solo una mínima diferencia de 1.77%.
Sin embargo hay acusaciones de fraude electoral, que han derivado en el desconocimiento hacia Maduro, y lo más lamentable, ha sido las protestas que ya han dejado cientos de personas lesionadas y sobre todo 7 personas que perdieron la vida.
Una elección no se trata tan solo de una suma de votos, sino del lograr garantizar un pleno derecho al voto.
México y Venezuela, dos países, una realidad.
Lo que está ocurriendo en Venezuela no nos sorprende, ya que nosotros vivimos esa película de odio, terror y suspenso, cada proceso electoral. Situación que nos preocupa y compromete a mejorar nuestra propia realidad.
Las acusaciones de la oposición en Venezuela (vinculada a la derecha) son similares a las denunciadas por la oposición en México (vinculada a la izquierda). De norte a sur, la democracia en América Latina, está en construcción.
Para gobernar bien, hay que ganar bien.
Producto de elecciones fallidas, son las movilizaciones y la protesta social. Las cuales deben ser resguardadas y garantizadas por el Estado.
Un proceso electoral no debe dividir a la sociedad, sin embargo, los resultados en las jóvenes democracias latinoamericanas, son de confrontación y miedo ante el temor a la represión, por la denuncia de los fraudes.
La acusaciones del fraude electoral en Venezuela son: inequidad en los espacios de radio y televisión; el uso de encuestas infladas; uso de recursos públicos; personas fallecidas que votaron; proselitismo del partido gobernante en los centros de votación; coacción del voto a las y los empleados públicos, así como a las personas beneficiarias de un programa social; casillas zapato (casi totalidad de votos a favor del candidato oficial); aumento de votos nulos, entre otros fraudes electorales en favor del candidato oficialista.
Por lo que el candidato opositor a pedido de manera legítima, el recuento total, ha pedido “Voto X Voto”. Además ha denunciado que hubo parcialidad del organismo electoral, por lo que llevado la protesta a las calles.
Lo que vive Venezuela, no está lejos de nuestra realidad. Más allá de izquierdas o derechas, América Latina, necesita elecciones limpias, equitativas y transparentes, libres de fraudes y violencia.
Cuando las elecciones fallan.
No basta con ganar una elección sea por un voto o por un millón. Lo más importante es como se logran las victorias electorales.
Es cierto que en una democracia ganan las mayorías, sin embargo, estamos construyendo democracias en las que nadie gana, y solo el pueblo pierde.
Garantizar el efectivo derecho a poder elegir libremente a nuestros gobernantes y representantes, es hoy día una urgencia en América Latina.
Lecciones para Hidalgo.
Este 7 de julio elegiremos a las y los integrantes del Congreso Local, 18 de mayoría relativa y 12 a través de la representación proporcional.
Por lo que a través de este medio se hace una llamado a los partidos, a que realicen verdaderos procesos democráticos, para elegir a las y los mejores hombres y mujeres, para que sean una verdadera voz y un medio de representación popular.
Este es un llamado para que las elecciones se realice respetando las reglas electorales, para evitar algún tipo de conflicto poselectoral.
Este es un llamado a los partidos, para que promuevan el “Voto Libre, Informado y Razonado”, y sean los principales portavoces de la democracia.
Este es un llamado a las y los militantes (pues son quienes dan vida y forma a los partidos) de todas las fuerzas políticas con registro, para que exijan a su dirigencia, que sean ustedes quienes elijan, a las personas que habrán de representar, una bandera política, una ideología, una plataforma de trabajo.
Nuestra democracia debe ser construida desde el interior de cada partido. Ya no más candidatos de unidad, ya no más candidaturas electas por designación, la democracia las construimos con la participación de todos y todas.
“No a la partidocracias, Si a las candidaturas ciudadanas”
“Por una sociedad libre de discriminación y de violencia”
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