Alto a los feminicidios. Ni una muerta más en Tula

VOZ CIUDADANA
Alfredo Alcalá Montaño

Los hechos ocurridos en Tula Hidalgo, en el que han sido encontradas al menos siete mujeres en siete meses, tres de ellos ocurridos en el último mes y ahora dos casos en tan solo una semana. Ha generado momentos de indignación, en medio de un clima de tensión, preocupación y dolor.
Los datos son un claro indicador que el problema se está agravando, y ante ello la sociedad en Tula, y la solidaridad y preocupación del resto del estado, cada vez se manifiesta más.
Ante estos crímenes, que lesionan gravemente el tejido social, nadie puede permanecer impávido, ni la sociedad, ni las autoridades.
Feminicidio en Hidalgo. Tema señalado e Ignorado.

Con mucha anticipación, diversos grupos civiles y liderazgos de la sociedad civil habíamos manifestado nuestra preocupación por la ola de violencia hacia las mujeres, cuya expresión más drástica se ha visto reflejada en los feminicidios. Incluso la propia Comisión Estatal de Derechos Humanos del Estado, meses atrás, había señalado que en Tula había focos amarillos, por las condiciones en que se encontraba el municipio. Sin embargo hoy vemos que los focos pasaron de amarillos a rojos, y hoy están de luto.
Remoción de policías en Tula.

Ante la seriedad de la problemática se requiere, también una respuesta en la misma dirección de parte de las autoridades.
Recién el presidente municipal de Tula anuncio la destitución de algunos mandos policiacos. Sin embargo lo que está ocurriendo es un tema estructural, que cruza por factores sociales, económicos y políticos. No se puede pretender sembrar la idea, de que la culpa de todo, recaía en algunos funcionarios. A problemas serios, se requieren respuestas y soluciones serias y reales.
Feminicidios: politizar si, partidizar no.

Hay quien dice que no se debe politizar el tema de los feminicidios en Tula. Sin embargo, lo que está ocurriendo debe ser difundido, conocido y discutido por toda la sociedad. Debemos politizar el tema de los feminicidios, es decir, debemos estar interesados como sociedad, por ser un asunto público. El no politizarlo, solo generara, un sentimiento entre la población, de que se está ocultando la problemática.
Lo que es cierto y en lo cual debemos insistir, es que no se debe partidizar el tema. Las y los activistas que estamos convencidos en que se haga justicia a todas aquellas victimas, lo que menos queremos, es que un tema tan sensible sea utilizado como bandera partidaria en pleno proceso electoral.
Los derechos humanos, no son un tema coyuntural, es un tema que se debe abordar y garantizar, sin importa, color o preferencia electoral.
Congreso local. En deuda con el derecho de las mujeres.

Ayer se esperaba mucho de los “representantes del pueblo”, quienes se reunieron para decidir si se tipificaba el feminicidio en Hidalgo o no. Y decidieron que NO, que los asesinatos motivados por la misoginia, que implican el desprecio y el odio hacia las mujeres, no tendría por qué ser tipificado.
Señores diputados y diputadas, las mujeres víctimas tenían nombre y apellido, tenían una vida que fue arrancada. Porque no querer tipificar el feminicidio que es la expresión extrema de violencia contra las mujeres y niñas.
Todos y todas somos Tula.

Son momentos de angustia y preocupación ante lo que está sucediendo. Hoy es en Tula, mañana puede ser en nuestro municipio, en nuestra comunidad, y la victima puede ser alguna persona cercana a nosotros. Por ello debemos ser una ciudadanía activa, participativa e informada.
No podemos dejar nuestros derechos humanos, en manos de nadie, debemos luchar día a día, por defender nuestros derechos, y exigir al Estado, que los garantice.
La solución de fondo, esta recomponer el tejido social y la confianza gobierno sociedad, que hoy se encuentra desquebrajada.
En estos momentos debemos insistir que la ciudadanía no es enemiga de los gobierno, es más bien una aliada importante. Debemos mandar un mensaje claro, fuerte y contundente como sociedad y gobierno, “que ningún feminicidio quedara en la impunidad”.
El primer paso debe ser firme y bien articulado entre los tres niveles de gobierno y los tres poderes del estado. Cada uno asumiendo su rol y su responsabilidad.
Ni un acto violento, motivado por el desequilibrio de poder entre los sexos en las esferas económicas, políticas y sociales. Ni un Feminicidio más.