Entre gastos y hartazgos, terminan las “pre”- Campañas
Voz Ciudadana
Alfredo Alcalá Montaño
Hoy día la ciudadanía, sigue sin creer en el discurso de una clase política, que miente una y otra vez, que dijo abiertamente que gracias a la reforma electoral, iba a darse una disminución a los gastos electorales, pero fue mentira.
El pasado 15 de febrero concluyo el lapso en que los precandidatos y precandidatas, podían realizar reuniones públicas, asambleas, marchas y todo aquel acto en que se dirigían a las y los simpatizantes de sus respectivos partidos políticos. Donde se estimaron un promedio de 84 mil 50 spots por día es decir durante las precampañas se estimaron un total de 5 millones 043 mil spots en radio y televisión.
Ahora estamos a la espera de que rindan cuentas, no solo al IFE a quien deberán de entregar formalmente cuanto gastaron en las respectivas precampañas, y así evitar que se hayan rebasado los topes de precampaña establecidos.
Pero lo más importante, queremos que los precandidatos y precandidata a la presidencia de la República, así como las y los precandidatos a la Cámara de Senadores o a la Cámara de Diputados, informen a la ciudadanía, cuanto gastaron y en qué. Ya que mientras el mundo entero está preocupado por la crisis financiera y económica, en México, nuestra clase política no escatima en gastos para alcanzar tan solo un lugar entre las candidaturas, para después competir por un puesto de representación popular. Y aunque aun no inician las campañas políticas formalmente, la danza de los millones comienza a aparecer.
Primero el IFE aprobó un tope de precampaña para Presidente (a) de la República de 167 millones 260 mil 765.68 pesos, sin embargo el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, redujo el tope porque era un exceso, quedando el tope en 65 millones 721 mil 653.5 pesos. Para las precampañas para el Senado, el tope en los estados con más distritos electorales fue de 1 millón 946 mil 676.6 pesos. Para los estados con menor número de distritos fue de 194 mil 667.66, mientras que el tope máximo de precampaña para diputados fue en 179 mil 033.54 pesos.
Para imaginarnos el costo, diríamos que el tope de precampaña para la presidencia alcanzaría para pagarles a treinta y cuatro mil, trece personas (34,013) personas, por tres precandidaturas estamos hablando que con las puras precampañas a la presidencia, se pudo haber pagado el salario mínimo de al menos ciento dos mil treinta y nueve personas (102,039). Considerando que el pago de una trabajador con salario mínimo es de $ 1,932.23 pesos mensuales.
Si bien es importante el poder elegir a nuestros gobernantes y representantes, esto no significa que tengamos que gastar tanto dinero, cuando vivimos un periodo de crisis, pobreza, hambre y sed.
Además el problema electoral no termina aquí, ahora viene otra interrogante, ¿que harán los precandidatos y precandidatas hasta el inicio de las campañas políticas formales? Estamos en veda electoral, o en receso electoral, aunque nadie se imagina a los y a las precandidatas descansando. La respuesta no la saben ni siquiera las y los precandidatos, por ello han tenido que preguntarle al IFE que pueden y que no pueden hacer. Todo esto es resultado de los vicios y lagunas de la última reforma electoral del 2008, que ha generado una ciudadanía confundida, que no tiene claridad de cuando iniciaron las precampañas y cuando las campaña.
¿Pero quién tiene la culpa? La culpa curiosamente recae en los propios partidos políticos, quienes negociaron una reforma electoral sin consenso. Donde las tres principales fuerzas políticas se pusieron de acuerdo. Una reforma electoral cuestionada e impugnada por los demás partidos minoritarios. Donde la sociedad civil, ni siquiera fue convocada, ni invitada a participar a través de foros, ni espacios deliberativos.
Hoy día la ciudadanía, sigue sin creer en el discurso de una clase política, que miente una y otra vez, que dijo abiertamente que gracias a la reforma electoral, iba a darse una disminución a los gastos electorales, pero fue mentira. También dijeron que los tiempos de campaña iban a ser menores, también fue mentira. ¿Estamos en campañas o en precampañas? Estas es la gran interrogante.
Y como no dudarlo si por un lado dos precandidatos López Obrador y Peña Nieto a la presidencia, venían realizando actos de precampaña mucho antes de que estas iniciaran, prácticamente desde el 2006 a la fecha. Y por otro lado la precandidata Josefina Vázquez Mota, se asumía como “Candidata”, en spots de radio y televisión, mucho antes de serlo.
Si bien están en todo su derecho de aspirar a un cargo de elección popular, no lo es el no respetar las reglas del juego formalmente establecidas por los propios partidos políticos.
Sin embargo, la ciudadanía debe tener calma y paciencia, pues aun vendrán más spots millones de spots en la radio y en la televisión, porque debemos tener presente, que aun no comienzan las campañas políticas.
*Politólogo.
Catedrático de Ciencia Política y Derecho en el Instituto Tecnológico Latinoamericano.
FB: Alfredo Alcala Montaño
Twitter: @alfreduam
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