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¿Y el Estado Laico? Libertad religiosa y de conciencia.

09 May 12 - 22:25

¿Y el Estado Laico? Libertad religiosa y de conciencia.
Voz Ciudadana.
Alfredo Alcalá Montaño.
 
No podemos pretender la uniformidad de ideas y de pensamiento, quien lo pretenda estará más cerca del fascismo que de la democracia.
Todas las personas tenemos derecho a profesar una religión, o a no profesar ninguna. Éste es un derecho ganado que ha costado muchas luchas sociales a través de la historia. El ejercicio de la libertad religiosa y de conciencia en México, no ha sido un camino fácil. Un pueblo conquistado y sometido por los españoles, que se independizó en 1821 del gobierno, pero no así de la iglesia católica. Fue hasta el mandato de Benito Juárez (guerra de Reforma 1857-1861), cuando se logró una separación de la Iglesia del Estado. Pero casi un siglo después, la iglesia se levantó en armas, (guerra cristera 1926-1929), buscando retomar el poder político.
Afortunadamente se mantuvo la postura de un Estado laico, es decir un Estado que no tiene una religión oficial, que garantiza la libertad de profesar o no una religión y, sobre todo, que ninguna religión interfiera en los asuntos del Estado.
Es importante mantener esta separación, ya que una sociedad está formada por diferentes personas que piensan y actúan de manera diversa. Y un gobierno emanado de la sociedad debe gobernar para toda la población sin importar raza, sexo, condición social o religión.
No podemos pretender la uniformidad de ideas y de pensamiento, quien lo pretenda estará más cerca del fascismo que de la democracia.
El Estado mexicano debe garantizar que toda persona tenga derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión; este derecho incluye la libertad de cambiar de religión o de creencia, así como la libertad de manifestar dichas religión o creencia, individual y colectivamente, tanto en público como en privado, por la enseñanza, la práctica, el culto y la observancia. (Artículo 18 de la declaración universal de los derechos humanos).
Sin embargo en México los diputados piensan diferente, y aprobaron el 15 de diciembre de 2011, una reforma al artículo 24 de la constitución que apunta hacia una mayor injerencia de la iglesia católica en los asuntos de Estado, misma que lleva algunas implicaciones como el derecho a tener concesiones de radio y televisión, ir revirtiendo la educación laica o lograr derecho al voto pasivo, es decir, que los ministros de culto puedan ser electos. Cabe mencionar que esta reforma solamente ha sido celebrada por una asociación religiosa, la católica a través de la Conferencia del Episcopado Mexicano, mientras que otras asociaciones religiosas se han opuesto.
Por ello, en los últimos días se han presentado diferentes movilizaciones en todo el país, incluyendo al estado de Hidalgo, impulsadas por organizaciones de la sociedad civil, asociaciones religiosas, grupos masónicos o personas que creen en el respeto a las ideas, que se manifiestan por un Estado Laico, es decir un estado que no tenga una religión oficial.
Debemos mencionar que si bien es cierto que la Iglesia católica predomina, también han surgido nuevas expresiones religiosas en México.
De acuerdo a la Secretaría de Gobernación, en nuestro país existen 7,678 asociaciones religiosas registradas, de las cuales son orientales 10; judías 10; cristianas 7,645; (ortodoxos 29, católicos, apostólicos romanos 3,230, protestantes 91, evangélicas 4,292 y cristianas bíblicas no evangélicas 3); islámicas 2 y nuevas expresiones 4, con un total de 68,370 ministros de culto registrados. Como vemos, hay una diversidad de expresiones religiosas, lo que habla de una sociedad que necesita leyes que promuevan el respeto a todas las religiones existentes.
El Estado mexicano debe garantizar que no se fabriquen leyes que favorezcan a alguna religión en particular, y que ningún gobierno apoye, o ejerza presión explícita o implícita sobre alguna en particular.
Ahora es turno del Senado dar marcha atrás a esta reforma y, por el contrario, elevar a rango constitucional la separación Iglesia-Estado, favoreciendo a todas las expresiones religiosas.
Debemos construir un modelo de sociedad basada en el respeto a los derechos humanos, que garantice la libertad religiosa y de conciencia. Las diputadas y diputados federales deben estar más preocupados por promover leyes donde no se discrimine por una preferencia sexual, religiosa o de pensamiento, así como por promover leyes que garanticen una educación laica y gratuita, es decir, leyes que favorezcan la inclusión social donde podamos ser, ante todo, personas libres con derechos y libertades.

*Politólogo.
Premio estatal de la juventud.
FB: Alfredo Alcala Montaño
Twitter: @alfreduam

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